IV Jornada de convivencia de Castilla y León – AEAT

El pasado sábado 12 de abril de 2025 tuvo lugar en la Sala C del Polideportivo Pisuerga de Valladolid la IV Jornada de convivencia de Castilla y León, organizada por la Asociación Española de Aikido Tradicional. La actividad, que se desarrolló entre las 11:00 y las 13:00 horas, reunió a 27 aikidoka procedentes de distintos dojo de Valladolid, Palencia, Ávila y Salamanca.

La jornada comenzó con una breve presentación a cargo del shihan Pedro Jáñez (6º dan), quien introdujo al sensei Yeray Ramos (3º dan). Yeray asumió con generosidad el taller inicialmente previsto para el sensei Jesús Gil García, del Sōchindō Hōnbu Dōjō de Ávila, quien no pudo asistir por motivos de salud. Desde aquí enviamos a Jesús un fuerte abrazo lleno de ki, deseándole una pronta recuperación.

Como es habitual en nuestra asociación, la práctica se abrió con la «práctica respiratoria» de Itsuo Tsuda, dirigida en esta ocasión por el sensei Yeray Ramos. Resultó especialmente emotivo escuchar el norito recitado por su voz, un canto que muchos acostumbramos a oír en boca del shihan Rafa Regaño.

A continuación, Yeray Ramos dirigió un primer taller en el que trabajamos diversas situaciones tanto con bokutō como a mano vacía, mostrando su técnica precisa y fluida, cualidades que ya había dejado entrever en su brillante examen de 3º dan.

El segundo taller estuvo a cargo del shihan Pedro Jáñez, quien dedicó su práctica al estudio del movimiento ude nejiri, que podríamos traducir como «torsión helicoidal del brazo», tan característico en técnicas como ude kime nage. El shihan Jáñez nos reveló cómo este principio aparece oculto en diferentes soluciones técnicas tanto con armas como a mano vacía.

El encuentro concluyó con unas palabras de agradecimiento del shihan Pedro Jáñez, destacando la asistencia y el entusiasmo de todos los participantes.

Finalizada la práctica, nos dedicamos a dejar constancia gráfica del encuentro con las tradicionales fotos de grupo, sellando así una jornada de convivencia entrañable y enriquecedora.

Mención especial merece la asistencia de nuestra querida compañera Isabel, de tan solo 6 añitos, que, aunque no pudo ponerse el keikogi debido al riesgo que implicaba trabajar con bokutō en un grupo tan numeroso, no se perdió ni un instante del encuentro. Con su mirada viva y atenta, Isabel fue un hermoso ejemplo de mitori geiko.

El encuentro, como no podía ser de otra manera, fue una ocasión de disfrute, aprendizaje y reencuentro con compañeros de distintos dojo y provincias, afianzando los lazos que nos unen en este hermoso camino del aikidō.

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